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Editoriales

Potenciemos nuestras fortalezas para impulsar el desarrollo de Argentina

CPD-Centro de Producción Documental

Uno de los mensajes más importantes que podemos dar desde este espacio es que la Argentina realmente tiene TODO para salir adelante.

José Lezama

Director del Centro de Producción Documental. Economista UBA.

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Uno de los mensajes más importantes que podemos dar desde este espacio es que la Argentina realmente tiene TODO para salir adelante. No es esta una expresión de deseo, sino más bien un sentir que muchos de los que conocemos y recorrimos este país percibe en todos sus rincones.

Desde hace muchos años nos ha costado como país encontrar un rumbo que nos permita avizorar el ¿para qué estamos? También nos hemos preguntando ¿Cómo es posible que dejemos pasar otra chance?

Desde la economía, grandes pensadores y profesionales argentinos[1] han propuesto teorías económicas novedosas que han permitido explicar para nuestro caso, pero también para los denominados países de la periferia[2], un esquema de funcionamiento de la economía que en resumidas cuentas explica que “los problemas de los países en vías de desarrollo cuando crecen se caracterizan por lo siguiente: sufren de estrangulamiento en el frente externo como consecuencia del aumento de las importaciones de bienes de capital para aumentar la producción interna”. Básicamente, cuando crecemos tenemos incentivos para aumentar la producción, y para que ello se materialice se produce una presión para la incorporación de bienes de capital.

En nuestro país, el fenómeno se complejiza dada la fuerte tensión que se produce cada vez que nos definimos por un sendero de industrialización que presiona a su vez a sobre la incorporación de una mayor cantidad de bienes de capital. Esto representa un problema serio para nuestro país dado que somos un país mayormente productor de materias primas (en el que somos competitivos internacionalmente) cuyos precios dependen de factores exógenos, aunque siempre son menores que los precios de los bienes de capital, los que poseen un valor agregado mucho más importante y por ende resultan ser siempre más caros en moneda internacional. Este fenómeno se ha discutido en nuestro país desde hace larga data y aún hoy muchos se debaten en la vieja discusión de industria o campo. El tema sin embargo es mucho más complejo.

Pero esta descripción de lo que habitualmente se discute en nuestro país es algo que debemos superar. Para un momento de la historia esa dicotomía industria o campo, era lógica, dado que los factores productivos en buena medida se aplicaban en lo concreto a uno u otro sector. Sin embargo, en la actualidad, no podemos pensar más en esa lógica. La informatización, la robótica, la tecnología espacial, los servicios en línea y otras formas de producción han cambiado dramáticamente ese paradigma, pero por sobre todas las cosas, el mundo y los hábitos de consumo y producción han cambiado y nuestro país no ha sido ajeno a esos cambios.

De hecho, somos un país que se ha adaptado muy rápidamente a estos cambios en los hábitos de producción y consumo, pero siempre resultó ser una cuestión más reactiva que proactiva. Las dificultades y las tensiones generan que determinados espacios creativos proliferen y ello nos lleve, por ejemplo, a crear y fundar una importante cantidad de empresas de servicios que se destacan nacional e internacionalmente.

Es cierto que para romper la dicotomía industria – campo es necesario ordenar aspectos centrales de la macroeconomía actual. Sin dudas que ordenar la macro es condición necesaria y debe ser encauzada para potenciar aquellas fortalezas en los que nuestro país es competitivo:

  • Recursos Naturales: nuestro país posee una enorme reserva de litio y de fuentes de energía no renovables que, en un modelo de extracción responsable con el medio ambiente nos podría dar una importante cantidad
  • Capacidad de innovación y creación de nuestros recursos humanos: el capital humano argentino sigue siendo muy competitivo. A la fecha nuestro país ha creado 12 empresas de las denominadas Unicornios (empresas que llegan a tener una cotización de más de USD 1.000 millones)
  • Producción agropecuaria: independientemente del contexto que implica la guerra ruso – ucraniana, la Argentina es un país históricamente productor de materias primas y es un hecho que el sector debe ser acompañado para aprovechar aún más las ventajas competitivas que tenemos en dicho sector económico.
  • Desarrollo y potenciación del turismo: el sector turismo es uno de los sectores que mayores niveles de crecimiento ha presentado en los últimos 10 años. En ello ha incidido el nivel de tipo de cambio y una mejora en la promoción de destinos que permite posicionarnos con una oferta atractiva que a la fecha podría ser mucho más aprovechada.

Estos son algunos de los temas macro que debemos potenciar para aprovechar nuestras capacidades al máximo y construir a partir de ellos un sendero de crecimiento macro sostenible. Todas ellas a su vez son generadoras de divisas. Es indudable, sin embargo, indicar que este ordenamiento de la macroeconomía a su vez debe ser acompañado por un ordenamiento de los procesos administrativos y de funcionamiento de las relaciones público – privadas cuya atención deberá puesta en una mejora de la eficiencia en las distintas gestiones.

Un repensar sobre los mecanismos de organización socio económica debe acompañar al proceso de fortalecimiento de nuestras capacidades como país:

  • definición clara sobre el tipo de vínculo público – privado que se debe regir en lo económico,
  • revisión profunda del esquema previsional,
  • viabilizar una discusión seria sobre el esquema tributario nacional con propuestas de eficiencia reales y aplicables,
  • un análisis claro sobre las leyes de contrato laboral,
  • una adecuación del sistema de transporte que priorice una mejora en la logística de distribución de bienes y servicios a lo largo y ancho del país.

Nada de lo dicho hasta acá es novedoso. Diversos especialistas y analistas han desarrollado con mayor o menor profundidad cada una de las cuestiones que deben ser priorizadas. No obstante, a medida que avanza el tiempo, se van evidenciando cuáles deberían las prioridades que deben ser abordadas en primer término. Es cierto que temas importantes como la Educación, la Seguridad, la Salud y otros temas de fondo que deben ser atendidos, no merecen ser dejados de lado. Pero, la coyuntura de nuestro país y seguramente lo que será conversado, debatido y discutido en los próximos meses, tendrá que ver con la normalización de la Economía y el ordenamiento macroeconómico cuyo foco estará centrado principalmente en la generación de divisas y control del nivel de inflación.

[1] Por ejemplo Rául Prebisch, ver:  https://repositorio.cepal.org/discover?query=Prebisch%20Raul&filtertype=biblevel&filter_relational_operator=equals&filter=Documento%20Completo

[2] Como complemento de los denominados países centrales

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