Pasados ya los cuatro primeros meses del año, se nos hace difícil poder tener una visión optimista sobre lo que sucederá en el corto plazo. Como se ha observado desde el inicio de la pandemia, el Gobierno Nacional no tuvo dudas en ningún momento que entre la dicotomía sobre Salud o Economía, su postura fue siempre muy clara poniendo el resguardo físico de todos los argentinos (o intentándolo) por sobre sus situaciones laboral/ económicas, y también educativas; esto se ha visto reflejado a lo largo del último año y medio, situación que ha impactado de lleno en la percepción que tienen los ciudadanos del país sobre la gestión del Gobierno en Pandemia, percepción que se ha traducido en fuertes críticas de diversos sectores socio económicos.

Esto sin duda traerá debates internos de cara a las elecciones del corriente año:

• En materia de Salud: como consecuencia del retraso en la campaña de vacunación, se espera que la curva de contagios para los próximos meses de frio (más allá del aparente amesetamiento de los últimos 10 días) presente una leve pendiente a la baja en casos. No obstante, estos valores seguirían siendo altos generando de esta manera una fuerte presión sobre la cantidad de camas ocupadas en UTI, batiendo récord de ocupación que no vimos en la primera ola.
• A principios de año, el FMI había proyectado una recuperación de la economía argentina en el orden del 5,8%. Aunque todavía es prematuro sacar conclusiones de estas proyecciones, vislumbramos un camino complejo para lograr dicho resultado, sobre todo si tenemos en cuenta, que las restricciones implementadas a lo largo del AMBA y alguna de las zonas más productivas del país, ya muestran un exceso muy superior a unos “15 días de cierre” y vuelta a la normalidad. También es cierto, que a diferencia del año pasado, las medidas en materia económica no son tan restrictivas como el mismo periodo del 2020, pero el optimismo de “rebote fuerte” queda cada vez más lejano. Por otra parte, la deuda externa sigue siendo un tema central en todo este análisis, y las perspectivas de crecimiento económico que esto conlleva. Post gira presidencial por Europa, se evaluará si ello tuvo efecto en el proceso de negociación que lleva el país con el FMI.
• El mercado laboral no espera signos de recuperación en el corto plazo. Según estimaciones del INDEC, la PEA (población económicamente activa) está en el orden del 45%. Más allá de haber mostrado signos de recuperación (40,1), contra el muy golpeado segundo y tercer trimestre 2020 (33,4 y 37,4 respectivamente), los números en materia de empleo siguen siendo números bajos. El empleo se ha venido recuperando, pero el impacto de la segunda ola atenuará la recuperación estimada originalmente a inicios del 2021, la que a su vez está supeditada a la evolución de la actividad económica.