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Entrevistas

Andrés Di Pelino: “Es una gran oportunidad para el litio y debemos apostar ahí. En unos años avanzará la tecnología y tal vez sea tarde”

En esta entrevista, Andrés Di Pelino mencionó conceptos de Energías Renovables y no Renovables, entre ellos la oportunidad que tiene Argentina con la explotación del litio, desde su mirada de Economista.

Andrés Di Pelino

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Andrés, muchas gracias por recibirnos siempre tan cordialmente. Antes de empezar con el tema que nos convoca, nos interesaría preguntarte ¿Quién es Andrés Di Pelino y de dónde nace ese fuerte interés por los temas energéticos en nuestro país?

Mi pasión por la energía arrancó desde niño. Mi papá era energético y fue uno de los constructores de casi todas las empresas hidroeléctricas de la Argentina, y con él recorrí el país. Me llevaba a conocer cada represa, embalse, las centrales nucleares y térmicas, veía las líneas de alta tensión y cómo las formaban y construían. Todo esto me gustó. Luego me recibí en la facultad. Me considero un generalista de la energía. Pero no sólo eso, también he estado en hidrocarburos, en nuclear, en transporte, en distribución e incluso en revisiones tarifarias. 

En base a todos los niveles y lugares que recorriste del ámbito energético, ¿crees que son temas a los que deberían darle más relevancia del que se le da en la actualidad? ¿O es un tema más dentro de los que también son importantes?

Te diría que las dos cosas y no sólo en la Argentina, sino también en el exterior. Por ejemplo, la guerra entre Rusia y Ucrania, que de alguna manera aceleró ciertas políticas en las naciones que se vieron afectadas, y al mismo tiempo el sector energético en cuanto a la macroeconomía sigue condicionado por otras variables. 

En el caso de nuestro país es evidente que excede una administración gubernamental. Es una problemática que viene desde hace años. Y en palabra de nuestros máximos representantes en términos de planes económicos, estabilización y demás, no podes hacer buena macroeconomía sino incluís la cuestión energética, porque sino te chocas. Dentro de esto necesitas agregar la balanza comercial energética, tema frente fiscal, subsidios y tarifas. Lo vemos hoy, es una exigencia de los organismos multilaterales. Los dos roles, te condiciona y a su vez es condicional.

¿Cómo es la administración energética en cuanto a la producción y distribución? ¿Cómo se traslada luego a los servicios públicos? 

Dentro del sector energético tenés los subsectores que a priori funcionan sin regulación, al menos, en la década del 90 así fue, desde sus transformaciones. Después tenés el sector de los precios que está regulado. Como somos una república federal, tenés la competencia nacional, que sería el gas natural, su transporte y distribución, y también están las otras partes de la energía en las provincias, como la electricidad. Entonces ahí cada provincia tiene competencias en términos regulatorios, con sus propias tarifas. La empresa YPF cumple una función importante, quizá no es como antes de los años 90, en la privatización de la gestión de Menem, pero tiene incidencias como empresa líder y testigo que marca el rumbo de ciertas políticas. 

¿Por qué hay tanta diferencia en las tarifas entre Buenos Aires y la Ciudad con las demás provincias? 

En términos de escala cuesta (esto lo entienden los economistas) que la energía llegue a todo el país como es la tarifa en el AMBA, al cuál se le suman los subsidios. En un momento la zona metropolitana pagaba 6 veces más barato que las provincias. Hay que corregir esas distorsiones. En la zona metropolitana de Buenos Aires está cerca del 40 por ciento de la población,  es un lugar pequeño, allí está la mayor parte de consumo energético en el país. A su vez, Argentina tiene una particularidad geográfica. Las fuentes de energía están alejadas de Buenos Aires, ubicadas en la Patagonia, en la Cordillera, en el Norte, las empresas en la Mesopotamia. Luego están las provincias que tienen una superficie muy grande con poca población que en muchos casos es dispersa, a las que se deben abastecer con electricidad.

Si se hace la corrección a la distorsión de las tarifas, ¿habrá una mejora para el consumidor final de Buenos Aires que paga el 40% de la energía del país?

Se han hecho avances. En su momento se hizo el sistema nacional, lo cual te permite que, si consumís en Córdoba o en otra provincia, no sabés dónde se generó. La única provincia que nos quedó fue conectar la isla de Tierra del Fuego. Las regulaciones obedecen a las razones técnicas que te dicen qué se puede o no hacer. La agencia regulatoria se rige por decisiones políticas que le dicen cuáles son los límites. Creo que el Congreso tiene una discusión pendiente sobre la administración de los servicios públicos, donde hablen de la accesibilidad, la tarifa y la universalidad. 

En la actualidad, se viene hablando de la energía atómica e hidroeléctrica. ¿Argentina sigue siendo un país que en materia energética sigue dependiendo mucho del gas y el petróleo o ello está cambiando? 

Desde la década del 60, en nuestro país se mueve una fuerte matriz de fósiles. En 2015 con la ley de recursos renovables, empezó a emerger sin prisa y sin pausa, y busca insertar los componentes, como la energía eólica (parques) y la solar, de la mano de los biocombustibles. En este sentido falta mucho por hacer, tenemos que ir a una materia energética más limpia y hacer una reducción en la dependencia de los fósiles. Desde la guerra de Rusia y Ucrania está el nuevo orden energético mundial y no está claro qué va a pasar. 

¿En base a qué decisiones de inversión se apuesta por las energías renovables, en un país como Argentina que es potencia en energías no renovables? ¿Qué hace atractivo a nuestro país para invertir en la energía solar, eólica?

Nuestro país tiene tradición energética, la tuvo y la mantiene. Ha sido en muchos campos pionera, a nivel mundial y mucho más en latinoamérica. También fue formadora de recursos humanos en otros países, pero adolece de inconsistencias macroeconómicas. Entonces, lo deseable sería ordenar la macroeconomía para impulsar las inversiones en energía. Este negocio, más allá de las tarifas donde hay un problema inflacionario, es en dólares o cualquier moneda fuerte. El inversor que desee instalar una planta compresora, en cualquier parte del mundo, siempre piensa en un retorno, porque no tiene problema de negociar. Si Argentina le ofrece retornos a los inversores, ellos van a venir a invertir. No tienen problemas de hacer negocios con todos, lo hicieron en Colombia, en Afganistán, aún en medio de guerras civiles. Están allí y están siendo rentables. 

¿Esto también está sucediendo en Vaca Muerta? 

Si bien el Yacimiento Protrolífero de Vaca Muerta tiene más fuerza en Neuquén, también abarca 3 provincias más (Río Negro, Mendoza y La Pampa), que todas debieran trabajar coordinadamente. Lo que se hizo hasta ahora no es nada al lado de lo que se puede hacer. Esto requiere que Argentina tenga buena tecnología y precio, a estos dos elementos los necesitas para que no se te caiga el negocio. Además, necesitas altos recursos financieros.

¿Ves esto como una punta de lanza para que la Argentina tenga un ordenamiento en la macroeconomía, dado a las dificultades de reservas?

 El sector energético aliviaría algunas inconsistencias de la macroeconomía, pero no solucionaría el problema. Por ejemplo, ayudaría a resolver la balanza comercial y generaría dólares. Argentina necesitaría que por año le ingresaran 35 mil millones de dólares líquidos, para ello tiene que generar grandes superávits comerciales y disminuir la importación de materia energética, como el gas natural licuado. Esto no alcanzaría, pero sería un gran aporte. 

¿Qué opinión tenés respecto al litio y todo lo que le refiere? 

Es una gran oportunidad para el litio y debemos apostar ahí, porque en unos años va a crecer la tecnología y tal vez sea tarde. Debería haber una política de Estado, como lo hizo el Gobierno del 90 con la ley de minería que impulsó la actividad, y debería complir la función de ordenador. De hecho, debería haber una política de Estado. El gobierno, como lo hizo el del 90 con la ley de minería que impulsó mucho la actividad, debería intervenir como ordenador. El litio es una  materia complementaria a la energía y a la minería, porque estas dos funcionan de una manera parecida, en los problemas de extracción.  

¿Hoy ves mercado en la Argentina o ahora tiene la capacidad para poder exportar? 

Si la Argentina encuentra un sendero de crecimiento sostenible, sin dudas va a necesitar recursos energéticos que hoy no tiene. No se ve tan grave, porque la economía está en un baraje, pero si  la economía arranca, inmediatamente, la energía te hace un cuello de botella. Entonces pienso que se debe apostar a los dos, a los abastecimientos internos y globales, y sin desmerecer a la región; hay que generar infraestructura que en parte ya está, es decir, como pasa con los gasoductos que va en distintas direcciones y lo mismo con las líneas de alta tensión. Diría que hay que apostar por la conexión regional del Cono Sur. 

Escuchándote, como especialista, entiendo que ves muchas cuestiones desde el sentido común, hablas de trabajar sobre la producción, mejorar las tarifas. Evidentemente algo está pasando, porque se viene hablando hace mucho tiempo de esto. ¿Qué crees que nos falta para mejorar el sector energético?  

Eso es cierto, pero te diría que el sector energético no se escapa a lo que llamaríamos la “argentinidad” que, en cierto punto, subestima la planificación y cree que mágicamente las cosas se van a resolver, y luego todo esto lo pagamos muy caro. Pienso que entre el sector de energía debería haber acuerdo entre lo público y privado, reglas de juego, marcos regulatorios, en el caso de los servicios. Para mí, y siempre se los digo a mis alumnos, la energía no se maneja con ideologías, no es ni la izquierda ni la derecha, no funciona de esa manera, sino con políticas claras, con planificaciones consistentes y por profesionales idóneos. La improvisación luego te cuesta muy cara y una mala decisión te trae una consecuencia negativa que va a perdurar por años.

 Esta pregunta es más de reflexión. ¿Qué opinas de este proceso inflacionario que estamos viviendo desde tu mirada de economista y contador? 

La inflación es lesiva y dañina para la economía, especialmente en los niveles que mantenemos hoy, y no veo signos de que esto se corrija, por lo menos en el corto plazo. Creo que va a requerir de acuerdos políticos en lo macroeconómico, que lamentablemente ahora no los veo. El sector energético será golpeado por el lado de las tarifas, a esto me refería con el tema de los marcos regulatorios, que fueron diseñados en los 90 para una economía no inflacionaria y dolarizada, y no para este modelo. Entonces ahí te debilita la inflación y rápidamente te produce un retraso tarifario si no corregis.

Si fueras presidente por un día y tendrías que implementar una medida económica o social de aplicación efectiva, ¿cuál sería?

 Buscaría una batería de mecanismo políticos para dotar a la Argentina de mayor institucionalidad y rápidamente iría a un consenso con la oposición para encontrar un diseño en el ámbito público para los próximos 15 años; más allá de que yo no estaría, pero que otros seguirían con la medida. Creo que ese sería el desafío, que ayudaría a salir de la grieta y a apostar por el diálogo. La Argentina tiene el potencial para ello, tanto económico y humano para salir adelante, sólo necesita proponérselo.  

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