< Volver
Entrevistas

Sket: “Hoy en día hay que hablar de turismo en términos de impacto económico y generación de empleo”

Siempre relacionado a la actividad turística, tanto desde la gestión pública (también se desempeñó como Asesor ad honorem del Ente Patagonia Turismo), como desde la privada (Ex Gerente de Turismo Receptivo de Badino Turismo y Co creador de AMS, Consultora especializada en Turismo de Reuniones), Matías resulta un verdadero referente en este tema.

Matías Sket

Ver perfil
Compartir en:

Invitado a GEO, empezamos este diálogo:

Buenas tardes Matías, y bienvenido a GEO.

Buenas tardes a todos, y gracias por invitarme.

Hay países que generan sus propios recursos integrándose al mundo desde el turismo: República Dominicana, Islas Maldivas, allí se ve el rol fundamental del turismo; vemos que en España el turismo representa el 30% del Producto Bruto Interno. Y hablamos de turismo no sólo desde los recursos naturales, sino desde la creación de puestos de trabajo, carreras en las universidades…
¿Cómo ves este tema en Argentina? ¿Qué prioridades tiene que tener el sector aquí?

Te voy a hacer el análisis desde una mirada muy personal. Yo estudié abogacía básicamente porque no sabía qué estudiar. Me gustaba el turismo pero en mi entorno me preguntaban: ¿De qué vas a vivir?
Y la realidad es que el turismo era visto como una actividad de ocio y recreativa, relacionada a atractivos naturales, paisajes y playas majestuosas. Y hoy en día hay que hablar del turismo en términos de impacto económico, generación de empleo, Producto Bruto Interno…
El disparador de todo esto fue la sanción de la Ley 25997, la Ley Nacional de turismo.
Ésta destaca dos cosas: el turismo es política de estado, en primer lugar. En segundo lugar, pone el foco sobre el turismo como impulsor del desarrollo socioeconómico, y no tanto desde su aspecto sociocultural, o desde el fenómeno del uso del tiempo libre.
Después vinieron herramientas de esa ley: el Fondo Nacional del Turismo, el Instituto Nacional de promoción turística, y tantos más.
Te agrego: en materia de empleo, a nivel mundial, hay una tendencia a sustituir al hombre por la máquina. El otro día el secretario de turismo dijo en la apertura de la FIT (Feria Internacional de Turismo de América Latina): “Vamos a tener que trabajar de humanos.” Y esta es una actividad que se caracteriza por eso, por la calidez, el servicio. Vamos a tener que reinventarnos.

¿Cómo ves posicionado los principales destinos que tiene el país en cuanto a infraestructura y sus servicios comparados? Porque vemos que las grandes cadenas no se instalan aquí en todos lados, y tenemos cordillera, lagos, cataratas…

Yo fui secretario de turismo en Tierra del Fuego. Y el turismo era la tercera actividad económica después de empresas exportadoras y producción de energía hidrocarburífera. Y en algunas ciudades, es la primera o segunda economía.
Respecto a las cadenas, casi todas las que son de capitales norteamericanos están dirigidas hacia un perfil de pasajero segmentado geográficamente.
Es una cuestión geográfica: Argentina es un país donde los atractivos turísticos están a dos o tres horas de vuelo de distancia y cada una de esas ciudades tiene quinientos mil habitantes. En Europa pasa lo mismo, pero te esperan cincuenta millones de personas.

¿Cuál sería la solución, entonces? ¿Se requiere un rol más facilitador por parte del Estado?

Tiene que haber una apuesta del Estado en cuanto a cesión de tierras y tributos fiscales. Ahora, en cuanto a beneficios fiscales, un hotel te va a pedir 25 ó 30 años. Imaginate en Argentina, que no podemos pensar en tributos fiscales de acá a 4 años…
Te doy estadísticas: según un informe de la OMT (Nota: Organización Mundial de Turismo) cuatro de cada cinco pasajeros a nivel mundial, se desplazan dentro de la misma región. ¿Y qué tenemos nosotros dentro de la región? Brasil. Y te estoy mostrando un destino distante a cuatro o cinco horas de avión, lo cual es una barbaridad. Fui gerente receptivo de una empresa de turismo y te digo que no hubo manera de venderles a los brasileros Jujuy ni Salta. Cataratas, hasta por ahí nomás. Y después Buenos Aires, Calafate, Ushuaia, y Bariloche, lo único que nos compraban.
Por otro lado, existe un producto dentro del espectro turístico, que es el turismo de reuniones, que genera un fenómeno turístico que no se origina dentro del turismo, sino dentro del ámbito de la industria y de los negocios.

Muchas veces escuché al alcalde de Barcelona decir “Que vengan todos los eventos a Barcelona”… Acá puede replicarse en Buenos Aires y en alguna otra ciudad.

Mar del Plata, por ejemplo. El año pasado se registraron 6382 eventos en todo el país.
Otro dato: Buenos Aires fue por décimo año consecutivo líder en ranking de eventos en toda América. Y digo toda América, Nueva York incluida.

Buenos Aires es líder para el ranking ICCA (Nota: International Congress and Convention Association) y Argentina está en el puesto 19 a nivel mundial.
Mientras más capta Buenos Aires a nivel internacional, más posibilidad de derramar hacia el interior del país tiene.

La actual devaluación ubicó al país dentro de los primeros puestos en el ranking de receptividad de turistas. ¿Apuesta el Estado a un desarrollo en este sector?

Una devaluación como la que tuvimos automáticamente hace competitivo destinos turísticos internacionales y receptivos. La tasa de ocupación hotelera actual en Ushuaia y Calafate es del 87%.
De todas maneras, creo que es una materia pendiente todavía. Somos un país atractivo para mercados lejanos: España, Francia, Italia y Alemania, por ejemplo. Deberíamos trabajar como país como destino turístico en la fidelización de los mercados más allá de los valores macroeconómicos.
La ciudad de San Pablo tiene 35 millones de habitantes. La ciudad de Buenos Aires es la tercera en el mundo en cantidad de propuestas culturales. Argentina recibe menos de ocho millones de turistas al año a nivel internacional. Juntando todos estos datos, ¿Por qué no podemos atraer a la clase alta paulista, por ejemplo, a pasar sus fines de semana largos acá?
Hay ocho millones de ricos en San Pablo, no se van a preocupar por cómo está el dólar acá. Tiene que haber políticas de desarrollo, de diversificación de la oferta, de generar atractivos.

Continuando con las preguntas, ¿Cuál es tu apreciación respecto de la revolución de los aviones, de la instalación de las low cost en Argentina?

Sin conectividad no hay desarrollo. Hoy el 60% de la masa crítica que se desplaza de un lugar a otro lo hace por vía aérea. Argentina, por su extensión territorial, necesita mayor conectividad, todavía tenemos todo concentrado en Buenos Aires.

Córdoba también concentra vuelos, ¿no?

Eso es lo bueno del cambio de paradigma: Argentina necesita interconectarse con habitantes regionales para que no todo el flujo pase por Buenos Aires. Aerolíneas Argentinas nos pidió en su momento un plan de negocios relacionado con la necesidad de conectar el país. Porque es verdad que es una línea de bandera y que el foco político no lo podemos desconocer. En Tierra del Fuego, de hecho, cumple una función social: estás a 2500 kilómetros de distancia y es Aerolíneas la que lleva los órganos para un trasplante, los chicos a atenderse al Garraham. La creación de múltiples aerolíneas low cost debe proteger a la línea de bandera, si lo hacés sin una política comercial clara y concreta, lo único que lográs es perjudicar a tu propia línea aérea.
Aerolíneas no perdió conectividad, ni pasajeros, ni frecuencias: el tema acá es la base tarifaria. Te lo resumo: hoy emití un ticket Buenos Aires-Resistencia-Buenos Aires y lo pagué catorce mil pesos.
El mismo ejemplo con San Rafael, zona de bodegas: cuesta cinco mil pesos sacando el pasaje con tiempo, doce mil con quince días de anticipación y dieciocho mil a último momento. Y yo pregunto: ¿Puede un empresario bodeguero agendar sus reuniones con un mes de anticipación? Si no lo hace, ¿Va a pagar dieciocho mil pesos para venir a Buenos Aires?
Ahí es donde nos falta entender la necesidad de proteger la línea de bandera.

¿Qué nichos ves que se puedan desarrollar a partir del turismo, más allá de la industria hotelera?

El Estado debe fortalecer la industria promoviendo la conectividad, la oferta de vuelos y la inversión turística. Hay que tratar de fortalecer al prestador local para que desarrolle productos que generen mayor nivel de pernocte. Esto lo vemos en el turismo de reuniones, que siempre conlleva infraestructura. Si existe un centro de convenciones, esa ciudad puede ser sede de algún evento. Primero viene la inversión pública, y después llega la privada, nunca es al revés.
Ninguna cadena va a poner un hotel cuatro estrellas si no existe un predio ferial antes. Ahí es donde el Estado tiene que intervenir y ayudar, o invertir.

Todavía no vemos al turismo como tema instalado en la agenda política, y nos parece un tema crucial.

Hoy en día los destinos se están creando a partir del impacto en redes. ¿Dónde hay que invertir hoy en día como inversores turísticos? Yo te diría en Netflix. Tuve la oportunidad de charlar con la ex directora de promoción de Medellín. Y Medellín volvió a estar en todas las góndolas turísticas gracias a la serie de Pablo Escobar.

Entonces, ¿Hay que brindar incentivos, ofrecer otras cosas para atraer inversores?

Deberíamos tener políticas de largo plazo y posicionamientos. Mirá, en el año 2007, hace poco podríamos decir, los hoteleros de Ushuaia me mandaban el tarifario que decía: Temporada baja en julio, agosto, septiembre…. Y yo me preguntaba: ¿Cómo puede ser temporada baja en julio un destino de nieve?

Con uno de los mejores centros de ski del país.

Y de Latinoamérica. Allí la inversión pública estuvo en la montaña, con una política de promoción orientada a captar entrenamiento para equipos internacionales, por ejemplo.
Aprovechar la contra temporada, el verano europeo. Fuimos a buscar el Interski 2015, un evento de alcance internacional. Y competimos hasta lograrlo, se lo ganamos a Hungría, nada menos. Fue la primera vez que este evento se realizó fuera de Europa. Hoy Ushuaia está incorporada a la WorldLoppet, y todo esto se logró con una política de inversión a largo plazo.

Tengo entendido que se hizo un análisis de los pasajeros de cruceros que visitaban Ushuaia, y se llegó a la conclusión de que gastaban más los brasileros que los europeos en los comercios, por eso se empezó a promocionar la ciudad en Brasil.

Exacto. Lo primero que hicimos fue crear una Unidad de Gestión Estadística, porque la provincia no tenía datos concretos. Tomó dos años de inversión en gente y recursos, y dio sus frutos. Europeos y brasileros vienen en distintas épocas del año, y a eso se le suman los argentinos, que aprovechan los fines de semana largos. Hoy Tierra del Fuego tiene una temporada baja de sólo un mes. Se les está complicando a los hoteleros tomarse vacaciones (Risas)

¿Mayo?

Claro. Y cuando no tenés la demanda de turismo convencional hay que ir a buscar el turismo de convenciones.

Vamos terminando un ciclo presidencial. Y siempre hay logros. ¿Cuáles podés destacar dentro de tu ámbito laboral?

Creo que dejamos de ser el suplemento de viajes de Clarín, para estar en la tapa de suplementos económicos. Esto fue un gran acierto de la gestión anterior: dejar de ser una actividad de ocio, pasar a ser una actividad sociocultural.
De esta gestión rescato el desarrollo de hubs aerocomerciales. Y posicionar a Argentina de vuelta en el plano mundial. El G20, la Expo 2023, los Juegos Olímpicos de la Juventud…son eventos internacionales que dejaron su impronta.
Argentina necesita volver a retomar la política de Estado en turismo, que perdió en este último período; el cambio de estatus de Ministerio a Secretaría la perjudicó.
Necesitamos retomar la agenda de innovación en posicionamiento tanto para el desarrollo de la oferta como para la promoción turística internacional y nacional. Debe ser un cambio paradigmático. Ese es el gran desafío.

Te vamos a hacer la pregunta que les hacemos a todos los invitados. Si fueras presidente por un día y tuvieras la oportunidad de tomar una decisión que fuera trascendente, sabiendo que se pude cumplir. ¿Cuál sería?

Consenso social y político. Tenemos que poder discutir 5 puntos y ponernos de acuerdo en esos 5 puntos, trabajándolos 50 años.

Excelente propuesta. Matías, gracias por venir a Geo.

A ustedes por la invitación.

Responsable General: José Lezama Altuna

Edición: Pablo Miranda

Coordinación y organización general: Viviana Noir

¡Contactanos!